INICIATIVA SIPAN REALIZA TALLERES DE CONSERVACIÓN DE SEMILLAS TRADICIONALES PARA LA INSTALACIÓN DE BANCOS SEMILLEROS EN EL TERRITORIO ALTOANDINO Y PRECORDILLERA NORTE

- Los cuatro centros de conservación están liderados por mujeres del territorio Altoandino y Precordillera Norte.
Para reconocer y preservar semillas tradicionales presentes en el Territorio Altoandino y Precordillera Norte se realizaron los talleres «Conservación de semillas tradicionales de nuestro territorio» encuentros que se enmarcan en el marco de la consultoría de diseño e implementación de centros de conservación in situ, por parte de la consultora Águila Puquios en conjunto con los profesionales de la iniciativa SIPAN, Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional.
Estos talleres, donde participaron cerca de cien agricultores y agricultoras, se llevaron a cabo en la localidad de Caspana, de la comuna de Calama, en San Pedro de Atacama, Putre, y en la localidad de Huaviña, en la comuna de Huara.
El objetivo de estos encuentros era dialogar con agricultores y agricultoras junto a profesionales del equipo PDTI e INDAP respecto a la importancia de la conservación de semillas tradicionales, identificando prácticas o mecanismos históricos de conservación, brechas, amenazas actuales y desafíos a largo plazo de este sistema ancestral y en algunos casos se buscará la realización de estudios de atributos nutricionales de distintas especies.
Esta asesoría, además de la capacitación, incluye la implementación de un centro de conservación para resguardar variedades locales en riesgo de conservación. Asimismo, se realizaron intercambios de semillas y en algunos casos se buscará la realización de estudios de atributos nutricionales de distintas especies. Todo esto, explicó el coordinador norte del programa, Carlos Pallacán, atiende una de las principales líneas de acción del proyecto SIPAN, la conservación de la diversidad agrícola.
El coordinador explicó, “se identificaron tres categorías: comúnmente presente, medianamente presente y escasamente presente. El objetivo es que en este semillero se pueda tener un modelo representativo del sistema agrícola tradicional poniendo énfasis en aquellas especies que se están perdiendo. Desde ahí es que la comunidad hizo énfasis en recuperar variedades de pera de pascua, una variedad de ciruela local que se da en el sector de Limaxiña y con algunos ejemplares en Miñe Miñe, fortalecer el ajo blanco y algunas variedades de maíces, como el maíz chulpi, así como producciones de trigo y cebada que antes se daban y que hoy se están perdiendo”.
Junto al trabajo de la consultora Águila Puquios se está ideando la instalación de un centro de conservación in situ, es decir, un banco de semillas locales, con la finalidad de resguardar las variedades tradicionales que se encuentran en una condición de riesgo. Para ello se reunieron los equipos PDTI y agricultores, priorizando la localidad de Huaviña como locación para levantar este centro de conservación. “Se realizó una actividad con la comunidad para trabajar en torno a la conservación de semillas, las prácticas que se tenían, las amenazas actuales que ven en estos momentos y cuáles son los desafíos a mediano y largo plazo para que se mantenga en el tiempo esta idea de resguardo y conservación de las variedades locales. El plan de trabajo va a durar aproximadamente diez meses”, contó Pallacán.
Por su parte, el jefe de Fomento de INDAP Tarapacá, Luis Pizarro, valoró la actividad realizada en la localidad de Huaviña, “ya que se recopilaron y se transfirieron las experiencias de los abuelos y ancestros entorno a las prácticas y técnicas de los agricultores campesinos para la conservación de las semillas tradicionales y locales. Además, rescatamos el reconocimiento de los y las agricultoras sobre lo importante de guardar sus propias semillas comprendiendo que son parte importante del patrimonio agroalimentario de la región y que ellos cumplen un rol clave para que se sigan reproduciendo de generación en generación”.
Angélica Álvarez, secretaria de la junta de vecinos de Huaviña, destacó el intercambio de semillas realizado por los agricultores de los distintos pueblos de la Quebrada de Tarapacá, quienes llevaron a este taller semillas de maíz, perejil, zanahorias, acelga y ajos.
“Queremos seguir con esta tradición. Mantener nuestras propias semillas es lo que más apreciamos como agricultores. Por ejemplo, don Marcelino García tiene más de 80 años y también participó del taller. Nos contó cómo se guardaban las semillas en cántaros de greda para que se mantengan, que, en aquellas mazorcas de choclo con más de ocho corridas, siempre se debe guardar la corrida número 8 porque son las mejores semillas. O con las semillas del zapallo, que se deben echar a un tiesto de agua y la que se hunde es la que sirve para plantar, entonces son sabidurías y es bonito escuchar eso, a mí me gustó bastante”, expresó la vecina de Huaviña.
Isabel Sepúlveda, encargada de la oficina de gestión silvoagropecuaria de la Ilustre Municipalidad de San Pedro de Atacama celebra la instalación de este centro de conservación. “Estamos participando en el programa SIPAN, dado que compartimos el enfoque de sistemas agroecológicos, como base de desarrollo de la actividad silvoagropecuaria para el territorio, además de relevar el vínculo identitario de esta actividad. Respecto al piloto para la implementación de centros de conservación in situ o bancos de semillas locales impulsada por la iniciativa Red SIPAN y liderada por el equipo de Águila Puquios, como municipio estaremos apoyando estrechamente las acciones relacionadas con este proyecto, poniendo a disposición nuestros medios de comunicaciones sociales y el equipo de profesionales que estaremos aportando desde el conocimiento y vínculo con los agricultores del territorio. La protección de las semillas locales como patrimonio alimentario y de la identidad cultural del territorio, es de especial importancia, por lo que esperamos y deseamos el mejor de los resultados de este piloto y que sea posible multiplicarlo”, comenta la encargada municipal.
Los participantes de estos talleres asumieron el compromiso y acuerdos para la selección de variedades locales, además se realizará el estudio de los atributos nutricionales de cada una, considerando criterios asociados a la potencialidad o veta comercial, estado crítico de conservación y vinculación con la gastronomía tradicional del Territorio Altoandino y Pre-cordillera Norte. La selección de las variedades priorizadas los y las agriculturas de cada comuna corresponde a:
- Putre: papa chiquiza y haba nativa o chuncha.
- Huara: maíz blanco y ajo blanco.
- Calama: papa tolali, maíz pisangalla.
- San Pedro de Atacama: maíz capia blanco y añapa o harina de algarrobo.
Daniela Huanca, agricultora responsable del centro de conservación en la localidad de Ticnamar, en la comuna de Putre, señala «Esta actividad participativa resultó ser muy interesante principalmente por las discusiones que se generaron que dan cuenta de la realidad en el territorio respecto a las variedades locales y las invasivas o traídas del extranjero sin control. Existe mucho trabajo por hacer de parte de los agricultores y agricultoras de nuestra comuna y también del estado en el control del ingreso de variedades irregulares, pero avanzar en esta huerta para mantener variedades en peligro de conservación es un gran paso, debemos entre todos mantener esta iniciativa y hacer que de frutos», comenta Daniela.
Importante destacar que los cuatro centros de conservación están liderados por mujeres del territorio, las cuales entregaron su testimonio de su participación en este proyecto quienes coincidieron que este debe ser un trabajo conjunto entre el Estado y la comunidad para mantener variedades en peligro de conservación.
La Iniciativa Red SIPAN busca reconocer y conservar sistemas importantes del patrimonio agrícola nacional, con la creación de una red de territorios en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Biobío y La Araucanía. Esta iniciativa cuenta con la supervisión y apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) gracias al financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y es impulsada por el Ministerio de Agricultura de Chile a través de ODEPA, INDAP, CONAF y CONADI.